CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS EN RECIPIENTES DE CERÁMICA.
I. Pecios históricos y su legado culinario
Los pecios arqueológicos, que son restos de embarcaciones antiguas hundidas en el fondo del mar, han brindado valiosa información sobre las prácticas de conservación de alimentos de culturas pasadas. Algunos de estos naufragios han revelado vasijas de cerámica selladas herméticamente, que contenían vino y cereales en sorprendentemente buen estado, incluso después de siglos bajo el agua.
II. El papel de las vasijas de ceramica en la conservación de alimentos:
Las vasijas de ceramica ofrecen un ambiente ideal para la conservación de alimentos debido a sus propiedades porosas. Estas permiten una microoxigenación controlada que, combinada con el sellado adecuado, evita la entrada de microorganismos y prolonga la frescura de los alimentos. Además, la cerámica mantiene una temperatura constante, lo que es beneficioso para ciertos alimentos como el vino y los cereales.
En Cerámica Franpesa destacan los galleteros, los tarros de ajos y cebollas o para las legumbres, así como los azucareros y saleros.
III. Conservación de vino en recipientes de cerámica:
El vino ha sido un elemento importante en la cultura y economía de muchas civilizaciones antiguas. Las vasijas de cerámica, conocidas como ánforas, fueron muy usadas para almacenar y transportar vino en el pasado. La forma y el material de estas ánforas permitían el envejecimiento adecuado del vino, lo que mejoraba su sabor con el tiempo. Además, la cerámica evitaba que la luz y el aire oxidaran el vino, asegurando que llegará a su destino en óptimas condiciones.
El agua en las travesías por mar era un bien preciado, en nuestros días, aunque ya hace muchos años que se extendió el uso del botijo es un elemento que aún se sigue usando, seguramente de una forma más romántica, pero sus propiedades de sudoración hacen que el agua o líquidos en su interior están 10º C por debajo de la temperatura ambiente. En Cerámica Franpesa los botijos son vidriados lo que hace de ellos un bonito objeto ornamental no apto para refrescar los líquidos de su interior.
IV. Almacenamiento de cereales en vasijas de ceramica:
Los cereales, como el trigo y la cebada, han sido fundamentales para la subsistencia de las civilizaciones antiguas. Los recipientes de cerámica mostraron un ambiente seco y fresco para el almacenamiento de estos alimentos básicos. La cerámica ayudaba a proteger los cereales de la humedad y los roedores, asegurando que se mantuvieran aptos para el consumo durante períodos prolongados.
Conclusión:
Los descubrimientos de pecios con vasijas de cerámica que contenían vino y cereales revelan una comprensión profunda de nuestros antepasados sobre la conservación de alimentos. Estas técnicas ancestrales han dejado un legado valioso que sigue siendo relevante en la actualidad. Aunque la tecnología ha avanzado, la cerámica todavía se utiliza en algunas comunidades para conservar y realzar el sabor de ciertos alimentos.
A través de la investigación arqueológica y la comprensión de estas prácticas tradicionales, podemos apreciar cómo nuestros ancestros enfrentaron los desafíos de la conservación de alimentos y cómo esos conocimientos pueden inspirar nuestras propias prácticas en el presente. La conservación de alimentos en recipientes de cerámica es un testimonio duradero de la sabiduría y la creatividad humana a lo largo de la historia.